La economía colaborativa pega fuerte en ChinaLi Yonghua está de mal humor porque una máquina le está arrebatando el negocio cuando llueve. Cuando empiezan a caer las primeras gotas este cincuentón detiene la venta de protectores de pantalla para el móvil, que él mismo se encarga de poner con esmero a la salida de una concurrida boca del metro de Shanghái, y se dedica a comercializar otro producto que los viajeros menos preparados ante los súbitos cambios de tiempo de la capital económica de China agradecen en el alma: paraguas. “Los plegables cuestan 10 yuanes (1,3 euros), y los grandes entre 15 y 25 yuanes (entre 2 y 3,2 euros), dependiendo de la calidad”, comenta. Sin duda, Li nunca pensó en hacerse rico con este negocio, pero desde hace unas semanas apenas le da para pipas. Y todo porque la startup Mosun ha instalado uno de sus peculiares paragüeros nada más cruzar los tornos de salida del metro: allí, los usuarios de su app pueden hacerse con un paraguas de forma gratuita.
Li Yonghua está de mal humor porque una máquina le está arrebatando el negocio cuando llueve. Cuando empiezan a caer las primeras gotas este cincuentón detiene la venta de protectores de pantalla para el móvil, que él mismo se encarga de poner con esmero a la salida de una concurrida boca del metro de Shanghái, y se dedica a comercializar otro producto que los viajeros menos preparados ante los súbitos cambios de tiempo de la capital económica de China agradecen en el alma: paraguas. “Los plegables cuestan 10 yuanes (1,3 euros), y los grandes entre 15 y 25 yuanes (entre 2 y 3,2 euros), dependiendo de la calidad”, comenta. Sin duda, Li nunca pensó en hacerse rico con este negocio, pero desde hace unas semanas apenas le da para pipas. Y todo porque la startup Mosun ha instalado uno de sus peculiares paragüeros nada más cruzar los tornos de salida del metro: allí, los usuarios de su app pueden hacerse con un paraguas de forma gratuita.